Son
muchos los beneficios del entrenamiento de fuerza para las mujeres. Es
una de las mejores maneras de mejorar la fuerza muscular y la
resistencia ya que cuando la fuerza muscular y la resistencia aumentan, la persona puede realizar las tareas diarias con menos esfuerzo y
las capacita para realizar actividad durante un período de tiempo
más largo. Esto ayuda a desarrollar huesos fuertes, mediante el
aumento de la densidad ósea y, por lo tanto, también a disminuir el
riesgo de osteoporosis.
Sin
embargo, llevar a las mujeres a las salas de pesas de los gimnasios
aún hoy es una batalla compleja; existen muchos mitos y falsas creencias al respecto y son muchas las mujeres que piensan
que el
entrenamiento con
pesas
hace ensanchar y aumentar de peso o que no son conscientes de que un cuerpo tonificado no es un cuerpo de culturista.
Bien, por un lado, hay
que tener en cuenta que no todos los sistemas de entrenamiento de la
fuerza van encaminados hacia el aumento de la masa muscular; existen
métodos de entrenamiento que tienen como objetivo la tonificación
muscular. Por
otra parte, es inviable entrenar y pretender seguir teniendo unos
músculos caídos, blandos y sin forma. Las mujeres que entrenan y
tonifican sus músculos presentan un cuerpo mucho más definido; si observamos a
las chicas que realizan gimnasia rítmica, atletismo o natación,
observaremos que son cuerpos muy femeninos a pesar de que realizan
entrenamientos con pesas, mientras que si nos fijamos en las
modelos, altas y delgadas, que no realizan este tipo de entrenamiento,
observaremos que aún pesando lo mismo que una mujer deportista, o casi siempre menos, la
forma de sus cuerpos es muy diferente: están menos fuertes, menos
saludables y su musculatura es apenas visible.
Somos muy conscientes de que, en la sociedad en la que vivimos, sobre todo a las mujeres, se les exige tener un cuerpo delgado aunque poco saludable. Y que se prefiere este modelo a un cuerpo fuerte, tonificado y sano, porque eso puede significar que la báscula marque más kilos. Pero recordad que más kilos no significan más grasa y esa es la clave fundamental. Un vaso lleno, siempre pesará más que uno vacío, pero las diferencias estructurales son muy significativas.
Por
supuesto os toca elegir a vosotras, pero como recomendamos siempre,
ante cualquier duda acudid a profesionales de la actividad física
para ayudaros a encontrar el programa de entrenamiento que mejor se
adapte a vuestras necesidades.
Si
tenéis cualquier duda, poneros en contacto con nosotros ;)
Salud
y ejercicio para todos!!!!
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