¿Sudando se quema grasa? Esta es una pregunta a la
que la mayoría de las personas responde afirmativamente; no hay más que
ver a la gente empeñada en sudar que puebla parques o centros
deportivos; pero nada más lejos de la realidad y desde Selected Trainers queremos dar respuesta a esta cuestión fundamental.
El sudor es un líquido con la misma composición que la orina pero con
menor concentración de componentes, cuyo principal propósito es bajar
nuestra temperatura corporal cuando ésta se eleva (si pasamos de
aproximadamente 42 grados de temperatura interna corremos el riesgo de
morir). Ahora bien, ¿cómo bajamos esta temperatura? Lo que realmente nos
enfría no es el sudor en sí, sino la energía que toma de nuestro cuerpo
cuando se evapora pasando de estado líquido a gaseoso. Por lo tanto, si
tratando de quemar grasa cometemos el error de ponernos ropa que no
transpire o la locura de envolvernos en plásticos, lo único que vamos a
conseguir es poner en riesgo nuestra salud al no poder bajar la
temperatura de nuestro cuerpo.
Por ello, si retomamos la cuestión inicial que abría este artículo, la respuesta rotundamente es no. El sudor es un mecanismo termorregulador y no tiene nada que ver con los mecanismos de producción de energía
ni, por tanto, la quema de grasas. Sudando se pierden agua y
electrolitos que nuestro cuerpo necesita y que posteriormente tendremos
que reponer. Esa es una de las razones por la cual es importante hidratarnos en todo momento (antes, durante y después de hacer ejercicio), y realizar siempre actividad física con ayuda de un profesional como los de Selected Trainers.
Si no estamos bien hidratados, podemos sufrir una bajada en los niveles
de fuerza y rendimiento además de fatiga mental y física. También es
importante para mantener la hidratación de nuestros cartílagos y evitar
su desgaste excesivo y posible rotura, por ejemplo de los discos
intervertebrales (reduciendo la posibilidad de producir una hernia) o de
los meniscos de las rodillas (reduciendo también la posibilidad de
fisuras o roturas que afecten a su movilidad).

Pero ojo, tampoco debemos excedernos con la cantidad de agua que ingerimos.
Es fácil ver a celebrities llevando siempre una botella de agua y
bebiendo constantemente y leer en distintos medios que debemos beber
tantos litros de agua al día, sin que se tenga en cuenta nuestra
constitución, edad, peso, actividad física, necesidades diarias… La
ingesta excesiva de agua puede llevarnos a incurrir en una potomanía, es
decir, un consumo excesivo de agua que puede causar graves daños e
incluso la muerte. Puede llegar a ser muy perjudicial debido a una
eliminación excesiva de minerales: el magnesio imprescindible para el
buen funcionamiento del cerebro, cuya carencia produce falta de
concentración y de memoria; o potasio, que ayuda a que el corazón
funcione correctamente y sin él puede cargarse en exceso el trabajo de
los riñones.
Para más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotro
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