Se acerca la operación bikini. Es un hecho. En breve, desde todos los medios de comunicación nos bombardearán con distintos métodos -muchos de ellos dañinos para la salud-, para adelgazar rápidamente. Se trata de una cuestión estética. Nada más. Si estás delgada, sí, delgada, porque fundamentalmente la campaña va dirigida aún para las mujeres, serás más atractiva y por tanto exitosa.
Desde Selected Trainers siempre nos llama a atención este tipo de campañas en las que nunca se tiene en cuenta la salud ni un cambio sustancial en los hábitos de vida.
Sin embargo, como ya hemos comentado en alguna ocasión, el ejercicio es un "medicamento" que, mal administrado y
dosificado, puede tener efectos adversos. Por lo tanto, lo debe
prescribir SIEMPRE un Licenciado en Ciencias de la Actividad Física
especializado.
Y esa es la forma de sentirnos bien y estar sanos, con una buena alimentación y actividad física adaptada. No hay milagros. Hay constancia, hay esfuerzo y, por supuesto, hay beneficios y recompensas, a todos los niveles. No es ni mucho menos una cuestión de estética únicamente.
Para ilustrar lo que decimos, sólo un ejemplo: según un estudio publicado este mismo año por la revista Neurobiology of Aging, un estilo de vida físicamente activo resulta fundamental para mantener una buena salud cerebral. Un
grupo de científicos de la Universidad de Uppsala, en Suecia, preguntó a 331
hombres y mujeres de 75 años acerca de la cantidad de ejercicio que realizaban
semanalmente. Clasificaron los niveles de esa actividad como ligera (caminar o practicar la jardinería) o intensa (nadar, correr…), siempre que se
realizaran durante un mínimo de 30 minutos. Además, este grupo de personas
mayores se sometió a una evaluación de varias de sus capacidades mentales así
como a una prueba de resonancia magnética que permitiese analizar la estructura
de sus cerebros.
Los resultados de esta investigación mostraron que
el nivel de actividad física se relacionaba positivamente con un mejor estado
cognitivo general y con una mayor fluidez verbal, al mismo tiempo que
volvía a los sujetos más activos más rápidos en la resolución de una tarea de
atención alterna y memoria. Al analizar las imágenes de resonancia magnética,
se observó un mayor volumen de la sustancia gris en el lóbulo parietal, y de
forma particularmente importante en una zona conocida como el precuneus, la
cual se afecta significativamente en la enfermedad de Alzhéimer. También se
encontró más volumen en la sustancia blanca cerebral.
Concluyen los autores que el ejercicio físico podría
considerarse como uno de los componentes más relevantes del estilo de vida relacionados con la salud cerebral en personas mayores. Desde otro punto de vista, podría
suceder también que el hecho de tener un cerebro en mejores condiciones sea lo
que nos permita estar más activos físicamente cuando somos más mayores.
Nelson Mandela dijo una vez ‘El deporte tiene el poder de cambiar el mundo’.
Pues bien, aunque esta afirmación sea aún difícil de demostrar, lo que sí se ha demostrado
es que la actividad física puede cambiar la
estructura y el funcionamiento del cerebro, incluso en personas de edad
avanzada.
Recordadlo la próxima vez que os hablen de una dieta milagro que os prometa resultados a corto plazo y sin esfuerzo. Los beneficios de un estilo de vida saludable son mucho más importantes. ¡Salud y ejercicio para tod@s!
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